Un informe detectó cuales son los barrios porteños donde hay mayor y menor diferencia de precio entre un sistema de alquiler y otro.
Un informe privado detectó que alquilar un departamento en la ciudad de Buenos Aires a través de la plataforma Airbnb es un 131% más caro que en el mercado de alquileres tradicionales. Este es uno de los principales hallazgos de un análisis que comparó el costo mensual de hacer un contrato de locación de una vivienda donde se comparen ambas opciones presentes en 34 barrios porteños.
El estudio lo hizo Properati y se basó en un cálculo referencial: el alquiler temporal de una propiedad es por 30 días en promedio (de acuerdo al precio establecido por los propietarios en Airbnb).
La alta inflación, la baja rentabilidad que otorgan las locaciones tradicionales (ahora estimada en el 3,2% promedio), la polémica Ley de Alquileres y el precio del dólar son algunos de los factores que condujeron a que muchos propietarios retiren sus viviendas del mercado de alquileres formal.
Y muchos decidieron destinar su inmueble en alquileres temporales a través de la plataforma Airbnb en busca de mejorar la rentabilidad. Este modelo es una operación menos regulada, enfocada en turistas principalmente, aunque también en estudiantes universitarios o gente que viene a tele trabajar desde la Argentina.
Las dos operaciones inmobiliarias que se comparan en el informe tienen sus propias particularidades. Cada una atiende a una audiencia como prioridad, tienen normativas diferentes, la naturaleza de la negociación es distinta y el valor percibido varía de acuerdo al tiempo o lugar.
Ariana Cafferata, de Properati y Proppit en la Argentina, dijo que “el alquiler temporal está enfocado en turistas, tanto nacionales como extranjeros, y la normativa, al menos en Argentina es bastante flexible o inexistente, pues la negociación se rige hoy por la plataforma digital en la que se busca, y el precio está enmarcado en la temporada, el costo y la competencia. Por otro lado, está el alquiler tradicional que tiene un enfoque más general hacia el ciudadano residente argentino y está sujeto por la Ley de Alquileres que ya establece reglas de tiempo y precio en el contrato”.
Los alojamientos temporales son un servicio de corta duración, hay incluso por día, semanas y máximo 3 meses, aunque algunos llegan a renovarlo hasta un año.