Justo en momentos en que el gobierno comienza a tener problemas políticos de cierta importancia como no sucedió durante todo el 2024 y en medio de las aceleradas negociaciones con el FMI para lograr un acuerdo que ponga algo de calma en una economía que ya no es tan optimista, la inflación parece haber encontrado un piso y comienza a resistirse a bajar mucho más.
En la medición del mes de febrero, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) marcó un 2,4%, algo más que el 2,2% de enero, aunque es el menor registro para este mes desde 2020.
En el acumulado de los últimos doce meses la variación de precios llegó a 66,9%, mientras que la inflación núcleo quedó en 2,9%, a partir de una suba de 0,8% en los precios estacionales y de 2,3% en los regulados.
Es el quinto mes consecutivo que el dato de inflación gira en torno al 2,5%, a pesar de la reducción del 2% a 1% mensual del ritmo de devaluación programada, llamada crawling peg, que formalmente empezó a regir el 1° de febrero.
La división de mayor aumento en el mes fue Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (3,7%), por subas en Alquiler de la vivienda y gastos conexos y Electricidad, gas y otros combustibles. Le siguió Alimentos y bebidas no alcohólicas (3,2%), principalmente por incrementos en carnes y derivados.
Según datos de Ciccra, la Cámara de la industria y comercio de carnes, el precio promedio del novillo en el mercado de Cañuelas registraron subas del 14,9% en el mes de febrero contra el mes anterior.
Las dos divisiones que registraron las menores variaciones en febrero de 2025 fueron Equipamiento y mantenimiento del hogar (1%) y Prendas de vestir y calzado (0,4%).