Durante su primer año de Gobierno, el presidente Javier Milei cumplió con una de sus principales promesas: terminar con el caos piquetero. Cuando La Libertad Avanza llegó al poder, uno de los principales interrogantes era si el nuevo Gobierno iba a ser capaz de recuperar el orden en las calles.
Los piquetes son manifestaciones, en las cuales grupos más o menos organizados toman el control de la vía pública, sea con impericia o por complicidad del Estado. Desde hace años, dicho fenómeno viene atormentando al país y los números no mienten. De acuerdo a los datos de Diagnóstico Político, en los últimos 15 años se realizaron más de 85 mil piquetes en todo el país. Además, 2022 y 2023 fueron los años con más cortes (9.778 y 8.239 respectivamente), y esto se debe principalmente a la crisis económica y a la expansión de las organizaciones sociales durante el Gobierno de Alberto Fernández.
Por lo tanto, uno de los principales desafíos que tenía el Gobierno de Milei era intentar disminuir los más de 8 mil piquetes que se habían realizado en el 2023. Es imposible negar el hecho de que, durante estos 12 meses de mandato, Milei junto a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, logró hacerle frente a las organizaciones piqueteras. De acuerdo a las estadísticas de Diagnóstico Político, en lo que va del 2024 hubo un 30% menos de piquetes a nivel nacional en comparación con el 2023. A su vez, uno de los datos que más llaman la atención, es que en la Ciudad de Buenos Aires los cortes disminuyeron un 50% y desde el 10 de abril no se corta de manera total la Avenida 9 de Julio, no solo por orden de Javier Milei, sino también del jefe de Gobierno, Jorge Macri.
Esta baja se debe, principalmente, a las medidas antipiquetes implementadas por el Gobierno. Desde la cartera dirigida por Patricia Bullrich implementaron el protocolo de orden público, el cual obligó a los manifestantes a marchar por las veredas con el fin de evitar los cortes en las calles. Además, el Ministerio de Seguridad habilitó la línea 134 con el objetivo de ponerle fin a las extorsiones realizadas por los grupos piqueteros hacia los beneficiarios de planes sociales.
Este año, gracias a las denuncias realizadas mediante la línea 134, más de 27 mil casos fueron derivados a los juzgados federales del país. De esos 27 mil casos, unos 11 mil fueron amenazas directas contra beneficiarios de un plan que pagaba el Estado. Sin embargo, si bien las medidas del Gobierno parecen ser eficientes, la “guerra” contra los piquetes recién comienza.
Los nuevos actores que lideran las calles
Durante los últimos cuatro años, las organizaciones sociales fueron quienes sostenidamente lideraron los cortes en el país. Estos grupos movilizaban a sus miembros, según se hizo público tras múltiples denuncias, a partir de una lógica de carácter extorsivo. Sin embargo, en estos últimos meses, los trabajadores estatales se asentaron como el actor predominante en los cortes. En este caso, el motivo de las protestas está vinculado con las motivaciones económicas y las condiciones salariales. Aunque también, estas ocultan factores ideológicos y hasta disputas por internas gremiales y partidarias.
Durante agosto, septiembre y octubre éstos representaron en promedio el 25% del total de los piquetes. Este aumento se debe principalmente a la política de ajuste y de reducción del gasto público encabezada por Milei. Un claro ejemplo es la disolución y los más de 3 mil despidos en la AFIP, tras su reconversión en la ARCA. Esta medida tuvo como reacción inmediata la realización de múltiples acciones de protesta gremial, aunque sin mucho éxito.
A pesar de las múltiples marchas y protestas, el Gobierno pareció no sentirse golpeado y las utilizó para afianzar sus políticas. Por lo tanto, en el marco de un nuevo año electoral no sería una novedad que Milei reafirme su lucha contra los piquetes, ya que al fin y al cabo, terminó fortaleciendo más la imagen del gobierno que deteriorarla.