Con el nuevo ajuste, el tributo alcanza no solamente a los automóviles importados sino también a otras unidades del segmento medio
Desde este mes se comenzó a aplicar una nueva base imponible para el impuesto interno a los automóviles 0 kilómetro (conocido como “impuesto a los automóviles de lujo”), aunque con las sucesivas actualizaciones, cada vez incluye a más modelos del segmento medio. Las actualizaciones estarán vigentes hasta el próximo 31 de agosto.
Con el nuevo ajuste, el impuesto alcanza a los modelos de aproximadamente más de $4,3 millones (unos USD 20.873 al valor de dólar informal) de precio al público. Desde el 1º de junio y hasta fin de agosto, los 0 kilómetro por arriba de ese valor estarán gravados con la primera escala de los Impuestos Internos, que equivale a una alícuota del 20 por ciento.
La modificación es consecuencia de que el monto que se toma para el cálculo impositivo pasará de los $2.648.609 a un valor de salida de fábrica de $3.016.159. La cifra se origina en un aumento de 13,8% de los precios mayoristas de los autos en el primer trimestre del año. A ese número se suma el 21% de IVA más la comisión de la red comercial de 15 por ciento.
En la segunda escala del impuesto se incluye a los vehículos que superen los $5.568.294,51 de precio mayorista. En este caso, la alícuota es de un 35 por ciento.
Los ajustes se hacen cada tres meses, y el parámetro es un índice similar al de la inflación oficial. De hecho, el nuevo monto para el siguiente trimestre se le informa a las fábricas e importadoras, unos 15 días antes de la finalización del trimestre en curso, para que tenga vigencia desde el primer día hábil del mes siguiente.
De esta forma, los fabricantes suelen ir determinando una estrategia de precios: una vez sabido el nuevo precio máximo para quedar fuera del impuesto, se busca determinar un tope a los precios por los siguientes tres meses.
Las camionetas, pickups, van, furgones chicos y medianos, se consideran como vehículos comerciales, o como bien de uso, y por lo tanto no entran en el impuesto por ser considerados herramientas de trabajo.
Los ajustes se hacen cada tres meses, y el parámetro es un índice similar al de la inflación oficial. De hecho, el nuevo monto para el siguiente trimestre se le informa a las fábricas e importadoras, unos 15 días antes de la finalización del trimestre en curso, para que tenga vigencia desde el primer día hábil del mes siguiente.
De esta forma, los fabricantes suelen ir determinando una estrategia de precios: una vez sabido el nuevo precio máximo para quedar fuera del impuesto, se busca determinar un tope a los precios por los siguientes tres meses.
Las camionetas, pickups, van, furgones chicos y medianos, se consideran como vehículos comerciales, o como bien de uso, y por lo tanto no entran en el impuesto por ser considerados herramientas de trabajo.