Marcelo de Orrego, candidato de Juntos por el Cambio, ganó las elecciones anoche y es el nuevo gobernador de San Juan, tras 20 años donde el peronismo controlaba la provincia.
Más allá de lo inesperado por la distancia entre el ganador y sus competidores, la victoria también representó un formato de construcción político-electoral que se proyecta a la interna nacional que protagonizan Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. También expone la derrota de un esquema de poder que ya venía sufriendo rupturas, deserciones y una lucha intestina que terminó siendo fatal.
Por su parte, Uñac perdió las elecciones más atípicas que registra la historia de San Juan, ya que sólo se votó en la categoría gobernador. Es que después del veto de la Corte Suprema, resolvió desdoblar los comicios y elegir el 14 de mayo todos los cargos, menos el del Ejecutivo. Con el resultado puesto, se trató de una mala decisión política, ya que los intendentes, legisladores, concejales y el resto de integrantes peronistas no tuvieron estímulos propios para buscar votos que no fueran suyos, sino de otro.
Finalmente, Orrego asumirá el 10 de diciembre el gobierno sanjuanino y tendrá una Legislatura con mayoría agravada del peronismo. El motivo se debe a que en la votación del 14 de mayo, el PJ ganó 15 de 19 departamentos, salvo la capital provincial que la ganó Susana Laciar, de JxC, y se quedó con el 70% de las bancas del parlamento.