En un contexto internacional que, en principio, es favorable para la exportación de granos argentinos, la escasez de lluvias pone en peligro la posibilidad de obtener cifras récord para este mercado. Argentina entra en el último mes de molienda con grandes expectativas respecto de la producción. Además, tiene una buena posición en comparación con los demás productores primarios, aunque depende de la situación que cambia día a día.
La investigación realizada por Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, parte del análisis de los factores claves para direccionar este mercado en 2025 en favor de la siembra local. Una de las principales circunstancias tiene que ver con las dudas en torno a la política de biodiesel que se implementará en Estados Unidos.
Por otra parte, el precio a nivel mundial de los granos estará afectado por la reducción de importaciones de aceite de palma por parte de India, ya que esta faltante se compensa con la soja. Otra variable a tener en cuenta es la demora de 45 días en la implementación del programa de biocombustible B40 en Indonesia.
Puntualmente, respecto a la exportación de trigo el docente remarcó: “mientras crecen las dudas en Rusia y cae su saldo exportable, suben sus precios, y da margen para que Argentina coloque sus productos remanentes”. Aun así, sostuvo que aún hay grandes cantidades de este cereal en el mercado interno y los embarques anunciados son pocos. “Se prevé una mejora, pero mientras el saldo sea alto será limitada”, agregó.
La posición de Argentina parece ser prometedora. “Con una molienda que trabajó con buenos márgenes todo el año, esperamos un mercado activo. Para la nueva los precios lograron en la semana superar los 270 (dólares), y cuando parecía que nos acercábamos a 280, Chicago bajó”, explicó el experto de la Universidad Austral.
En cuanto a los países limítrofes, Romano resaltó que Brasil lleva un buen ritmo y que no se descarta una cosecha aún mejor. “La duda es Argentina, donde estamos secos y se espera que siga así hasta el 20 de enero. Esto afecta a la soja, principalmente, pero también al maíz”, mostró su preocupación el investigador.
Posible impacto del factor climático
El análisis de Dante Romano respecto de las condiciones climáticas en las cuales se está desarrollando la siembra en Argentina trae alguna preocupación por la falta de lluvias. Al respecto, el experto sostuvo que el estado de humedad de suelos en la región núcleo es bajo, tanto en la capa arable como en el perfil.
Distinta es la realidad que viven los productores que realizan su actividad en las regiones del Noroeste Argentino (NOA), el Noreste Argentino, Córdoba y la zona del extremo sudeste de la provincia de Buenos Aires que parecen estar atravesando una mejor situación.
Los anticipos meteorológicos para esta semana plantean la posibilidad de lluvias menores que no llegarán a la zona centro del país. La posibilidad de precipitaciones es baja, aunque aparentemente tendrá una cobertura más amplia. “Este pronóstico empeoró respecto de la semana pasada, cuando se esperaba en el período de 10 a 20 días lluvias más importantes”, indicó Romano.
Desde un punto de vista más optimista, el experto remarcó que los problemas climáticos pueden hacer variar los valores, especialmente con fondos especulativos con mucha salida. De todas maneras, esta circunstancia sería una oportunidad de comercialización para aquellos que están poco vendidos.
“En el caso del maíz siguen muy interesados los compradores, y los valores a cosecha están cercanos a los gatillos de 180 temprano y 175 tardío, pero no los tocan. Aquí recomendamos esperar. Queda en el aire una sensación de que el trigo argentino tiene poco espacio para bajar, y que le cabe una suba. Pero el recorrido tampoco sería extenso”, dijo Romano.