La ministra de Seguridad Nacional, Alejandra Monteoliva, asumió su cargo recientemente en reemplazo de Patricia Bullrich y ya ha comenzado a esbozar su posición, la cual mantiene similitudes con la de la actual senadora de La Libertad Avanza. En este contexto, la titular de la cartera de seguridad se refirió al caso de Pablo Grillo, reportero gráfico que resultó herido en la cabeza durante una manifestación de jubilados, y minimizó la gravedad del incidente.
«Cualquier lesión, cualquier situación que afecte a una persona, genera pesar por lo que le suceda a cualquiera, ya sea Grillo o los 280 policías agredidos durante este año, solo los días miércoles. Ambos casos me duelen», afirmó la dirigente libertaria.
En el mismo tenor, Alejandra Monteoliva agregó: «Nadie me interpela sobre los 280 policías agredidos, nadie. Sobre las personas que sufrieron lesiones en la espalda y aún están en proceso de recuperación, sobre quienes presentan quemaduras en el cuello, ¿sí?, sin considerar otro tipo de agresiones. Por lo tanto, por supuesto que duele y afecta siempre que se ataque a un individuo», comparó.
Declaraciones sobre el protocolo antipiquetes
A continuación, la ministra de Seguridad aclaró que el protocolo antipiquetes implementado por Patricia Bullrich continuará vigente durante su gestión. «Somos los principales interesados en que el protocolo se cumpla efectivamente, que se garantice la circulación, que es lo que todos anhelamos, y que no se atente contra la vida de nadie», aseguró la funcionaria.
«El uso de la fuerza y la disposición de los efectivos siempre son graduales. Existe una gradualidad y una asignación de recursos precisamente para asegurar que no se produzcan disturbios o que, en caso de ocurrir, los impactos sean lo menos perjudiciales posible», complementó Alejandra Monteoliva al respecto.
El caso de Pablo Grillo
A pesar de que la ministra mencionó a los policías heridos durante las manifestaciones en defensa de los jubilados, los casos difieren, dado que el reportero gráfico fue impactado en la cabeza «de manera irregular, es decir, con un ángulo de tiro horizontal», según las pericias del caso.
Además, la Justicia constató que no se trató de un hecho aislado, sino de un patrón de comportamiento dentro del operativo represivo que se extendió durante aquella jornada, lo que contrasta con la naturaleza de la respuesta que pueda ofrecer el grupo de manifestantes hacia las fuerzas de seguridad.